Una mirada psicológica y transpersonal al malestar más silenciado de nuestro tiempo
Vivimos tiempos vertiginosos. La rapidez, la incertidumbre y el exceso de estímulos han convertido a la ansiedad en una de las principales consultas en psicología en España. Según datos recientes, más de una cuarta parte de la población ha buscado ayuda psicológica en el último año, y el motivo más común suele ser este malestar difuso que muchas veces no sabemos nombrar, pero que se manifiesta en el cuerpo, en la mente, en el sueño… y en el alma.
La ansiedad no siempre se presenta como un ataque de pánico. A veces se manifiesta como una necesidad constante de control. Otras veces, como una desconexión del cuerpo, insomnio recurrente o un nudo persistente en el pecho. También puede camuflarse en la autoexigencia, la hiperactividad o en una tristeza silenciosa que no logramos comprender.
En consulta, muchas personas llegan con lo que conocemos como ansiedad generalizada: un estado continuo de preocupación excesiva, difícil de controlar, que se prolonga durante semanas o meses y que suele acompañarse de síntomas como inquietud, fatiga, tensión muscular, dificultad para concentrarse e irritabilidad. No se trata de una preocupación puntual, sino de una sensación constante de alerta interna, como si algo malo fuera a suceder, incluso cuando no hay una causa clara.
Desde una mirada transpersonal, entendemos la ansiedad no solo como un síntoma a reducir, sino como una señal: una llamada de atención del sistema completo –cuerpo, mente y alma– que nos invita a detenernos, a mirar hacia dentro y a escuchar lo que hemos estado ignorando.
Es, muchas veces, un umbral. Una frontera entre lo conocido y una vida más auténtica que todavía no nos atrevemos a habitar.
¿Qué puede ayudarte cuando la ansiedad aparece?
En mi acompañamiento terapéutico, integro herramientas que han demostrado ser útiles tanto desde la psicología científica como desde la experiencia interior más profunda. Algunas de ellas, que quizás ya estés explorando o sintiendo como necesarias, son:
- La respiración consciente, que nos devuelve al momento presente y calma el sistema nervioso.
- La meditación guiada y en silencio, que permite observar el pensamiento sin identificarse con él.
- El trabajo con el cuerpo, que ayuda a liberar tensiones acumuladas y volver a sentirnos habitando nuestra propia vida.
- El cultivo de la presencia, que no busca eliminar la ansiedad, sino aprender a sostenerla con más claridad y menos juicio.
- La pregunta interior, que abre espacio para escuchar lo que realmente está pidiendo ser visto.
Pero más allá de cualquier técnica, lo más transformador suele ser el espacio humano: un lugar seguro donde poder expresarte sin ser juzgada, donde alguien te acompaña a poner palabras, presencia y sentido a lo que estás atravesando.
La ansiedad puede convertirse en una maestra. No siempre amable, no siempre cómoda, pero sí capaz de abrir la puerta a un cambio profundo cuando es acompañada con respeto y consciencia.
Si algo en ti resuena al leer esto, tal vez sea el momento de regalarte un espacio propio. De permitirte parar, mirar hacia dentro, y comenzar a escucharte con más amabilidad.
Estoy aquí si lo necesitas.
Un paso cada vez.


Contacto específico para ansiedad generalizada
Si sientes que la preocupación excesiva está afectando tu vida diaria, no dudes en buscar ayuda profesional. En Amablemente, ofrecemos servicios especializados para tratar la preocupación excesiva y sus manifestaciones. Nuestro equipo de psicólogos y terapeutas están aquí para ayudarte a encontrar las estrategias más efectivas para ti.
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