«Todos sabemos que los mensajes positivos y reconfortantes crean el estado de ánimo más propicio para esforzarse y alcanzar el mayor potencial personal. Necesitamos sentirnos tranquilos, seguros y capaces para dar lo mejor de nosotros. Por esta razón, cuando intentamos motivar a las personas que queremos, normalmente nos desvivimos para hacerles saber que creemos en ellas y que siempre tendrán nuestra lealtad, nuestro cariño y nuestro apoyo. Sin embargo, por alguna extraña razón, con nosotros mismos adoptamos el enfoque contrario.»